La entrada al 2022, aunque ha sido esperanzadora para la economía mundial, está repleta de incertidumbres e inquietudes a raíz de la variante Ómicron. Una vez más, el sector se enfrenta al reto de superar estos límites a través del uso de la tecnología y la capacidad de reinvención.
El gran descubrimiento de estos años marcados por la pandemia, es el hecho de concebir estas incertidumbres como grandes oportunidades para el sector. Tal y como dice el refrán “si no puedes con el enemigo únete a él”, dicho que describe a la perfección la situación a la que se ha enfrentado el sector de los eventos. De este modo, la presión a la que nos somete la indecisión, nos obliga a reinventarnos y a buscar nuevas oportunidades que explotar.
Emoción y tecnología: nuevas tendencias
Los elementos protagonistas en esta cuestión se podrían clasificar según dos tendencias que ha tomado el sector MICE: La humanización de las empresas y la tecnología.
En cuanto a la humanización de las empresas, esta tendencia surge como consecuencia de la pandemia, la cual ha forzado a las empresas a crear mensajes desde una vertiente mucho más emocional, con el fin de fomentar el sentimiento de pertenencia entre los empleados y en especial entre los consumidores. Además, esta tendencia se ha presentado como una oportunidad para reforzar el vínculo cliente-marca. De esta forma, las empresas tienden a poner a las personas en el centro de los negocios, ya que son ellas quiénes construyen y conectan con la marca o evento.
Asimismo, esta corriente ha hecho florecer otras que están estrechamente relacionadas con el hecho de humanizar a las marcas, como por ejemplo la creciente tendencia a la sostenibilidad, a la seguridad, a la diversidad, a la igualdad o la inclusión. En definitiva, todas desde una perspectiva de preservar el planeta y con propósito social.
En lo que respecta a la tecnología, también nos podemos referir a esta tendencia como la economía de la experiencia virtual, ya que aludimos al hecho que vivimos en un nuevo “mundo híbrido», en el que también nace un nuevo “público híbrido” al que entender y satisfacer. Por lo tanto, entran en juego todas las tecnologías que ayudan a tener una mejor experiencia virtual, como podrían ser la Realidad Aumentada (RA), Realidad Virtual (RV) o la inteligencia artificial, entre otras tecnologías expuestas en entradas al blog pasadas.
La adaptación al cambio: la clave del éxito
Estas dos líneas generales de tendencias actuales conllevan un gran número de oportunidades que podemos agrupar bajo el abanico de los eventos.
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Creación de experiencias
Es esencial reunir todas las tendencias actuales y tecnologías para intentar sacar el máximo partido a través de la creación de experiencias. Esto supone múltiples beneficios para los eventos, como puede ser; La mayor implicación emocional de los asistentes, conseguir una interacción positiva con los creadores del evento o la marca en cuestión, que sea mucho más memorable que los eventos de la competencia o que el cliente sienta que es una experiencia personalizada y única. De este modo, si conseguimos crear un evento perdurable, innovador y con la capacidad de crear experiencias, el vínculo emocional que se genera será difícil de romper.
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Perfiles profesionales
No solo importan los recursos técnicos y tener la última tecnología, ya que si únicamente disponemos de eso y no invertimos dinero y tiempo en actualizar los recursos humanos, no se conseguirá dinamizar la experiencia.
De esta manera, la omnipresencia de la tecnología es un hecho que ha cambiado por completo la vida del ser humano y del mundo, permitiendo superar límites y trabajar de manera más eficaz. Aún teniendo en cuenta la rapidez que predomina hoy en día para adaptarse a los cambios, las empresas deben entender los tiempos y dar margen a su equipo para su adaptación a las nuevas tecnologías, aparte de brindarle una buena formación.
Otro aspecto importante son los nuevos perfiles de profesionales que surgen tras la formación de estos. Hoy en día, tras el cambio tecnológico que ha implantado la pandemia, los perfiles más demandados serán aquellos con estudios y habilidades en el área de la digitalización, como por ejemplo especialistas en el Big Data, en Inteligencia Artificial o en Ciberseguridad.
También cabe destacar el papel de los patrocinadores, figura esencial para ayudar económicamente en el coste de los eventos y, además, ofrecer un valor añadido, ya que aporta su prestigio o imagen al evento, beneficiándose ambos en el intercambio de valores. De este modo, si no llevamos al día la adaptación a la tecnología con toda la formación que ello supone, no nos estaremos adaptando a estos nuevos modelos de negocio y no seremos capaces de captar nuevos patrocinadores.
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Polivalencia de los espacios
Otra oportunidad que se debe tener en cuenta, dado el contexto incierto y cambiante en el que vivimos, es la polivalencia de los espacios. Esto es adaptar los espacios para que se les pueda dar diferentes usos. En este punto juega un papel fundamental la creatividad e imaginación para poder adaptar diferentes sitios que, en un principio, habían estado concebidos para tener una única función, como podrían ser los cines o teatros.